25 años de Las Dignas

Mujeres Dignas hace 25 años decidieron construir su propio destino. En la rebeldía encontraron la fuerza para negar el mandato de la maternidad como único camino para ser mujer, y desde el feminismo transformaron sus cuerpos en territorios de autonomía exigiendo el derecho a ser felices; a vivir la sexualidad de manera plena y con libertad y tener una vida libre de violencia y discriminación.

Hoy, desde nuestros cuerpos y acción política asociativa seguimos construyendo esa utopía y desde la diversidad mujeres lesbianas, heterosexuales, jóvenes, políticas, campesinas, a partir de nuestros testimonios de vida y práctica histórica reivindicamos la esperanza de que es posible un mundo con igualdad y justicia social para todas y todos.

La historia nos ha enseñado que ninguna revolución es verdadera si no incorpora la liberación de las mujeres y transforma las relaciones inequitativas de poder social existentes.
Después de 25 años de lucha tenemos la certeza que nuestros esfuerzos han impulsado cambios sociales que han ido transformando la cultura de exclusión y desigualdad y las condiciones de discriminación de las niñas y las mujeres en El Salvador.

Nuestro accionar feminista ha logrado:

a) Un nuevo ideario en muchas mujeres que han tomado conciencia de su situación de discriminación y han asumido al feminismo como un compromiso de vida para impulsar los cambios necesarios para transformar esta situación.

b) Incidir en la creación y aprobación de nuevas leyes para garantizar los derechos humanos de las mujeres y para contar con marcos normativos para erradicar la violencia y la discriminación como son Reforma a la Ley de la Carrera Docente, Violencia Intrafamiliar, Ley Especial Integral por una Vida Libre de Violencia, la Ley de Igualdad y Erradicación de la Discriminación para las mujeres.

c) Cuestionar los ejercicios patriarcales de las instituciones políticas, evidenciando que lo personal también es político y desde esa premisa reivindicar nuestra autonomía y promover un ejercicio ciudadano que retome desde la práctica política las necesidades e intereses de las mujeres, fortaleciendo también a cientos de mujeres que desde su quehacer en cargos públicos han impulsado acciones a favor de la igualdad.

d) Desarrollar nuevos paradigmas económicos, desde procesos organizativos que niegan la centralidad del mercado y el crecimiento económico como principal objetivo de la economía, visibilizando particularmente el aporte económico que damos las mujeres a través del trabajo del cuidado y generen nuevas prácticas desde el enfoque de economía feminista.

e) Construimos e impulsamos un modelo de educación no sexista que propicie una práctica educativa sin prejuicios y en igualdad, logrando la aplicación del mismo en el Centro Escolar Bautista Emanuel.

f) Acompañar un promedio de mil mujeres anualmente, que han acudido a nuestra Área de Atención Integral donde hemos brindado asesoría legal y psicológica; consideramos que muchas han logrado romper el círculo de la violencia y reivindicar su derecho a vivir una vida libre de violencia.

Queremos agradecer la cooperación solidaria, que con aportes individuales y colectivos de diversas partes del mundo han apoyado este recorrido. Estos logros son también suyos. Y de manera especial a las mujeres salvadoreñas, centroamericanas y de todos los continentes, que han sido cómplices en nuestras luchas y se han unido a esta identidad feminista de dignidad.

¡TODAS SOMOS DIGNAS!

Pero aunque reconocemos estos logros estamos conscientes de las profundas inequidades que las mujeres seguimos enfrentando en nuestras vidas. En el contexto actual aún con el avance significativo a nivel formal de leyes que velen por los derechos de las mujeres, la autonomía política, económica y de nuestros cuerpos sigue siendo un desafío pendiente:

a) la violencia como mecanismo de control sigue presente en nuestros cuerpos como una constante en nuestras vidas, desde sus múltiples formas la violencia sexual, psicológica, económica y feminicida sigue siendo tolerada y naturalizada a nivel social manteniendo la impunidad para los agresores;

b) las mujeres seguimos enfrentando embarazos impuestos, negándonos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, que tiene en la penalización absoluta del aborto en nuestro país una de las expresiones que más vulneran ese derecho.

c) la fragilidad de la cultura institucional estatal responsable de promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, que mantiene en su práctica una visión patriarcal que permea en su accionar y limita la implementación adecuada de las leyes vigentes.

d) siguen prevaleciendo mecanismos económicos que refuerzan la desigualdad y la exclusión donde el aporte de las mujeres continúa siendo invisibilizado.

Ante esta compleja realidad seguimos reivindicando el feminismo como una propuesta transformadora del mundo en el que vivimos y una práctica política transgresora que desde la organización de las mujeres posibilita impulsar las transformaciones sociales necesarias.

Aspiramos a seguir construyendo diálogos intergeneracionales para encontrarnos desde nuestros cuerpos libres y diversos y seguir impulsando procesos de transformación social y cultural dinámicos, que empoderen a las mujeres como colectivo social y les permita manifestar con voz propia sus necesidades e intereses, a generar poder para decidir la vida que queremos vivir y autonomía económica que desde una visión de economía solidaria genere los recursos necesarios que la hagan posible.

¿Cuál es el problema de amar la libertad, poder decidir, querer justicia, tomar la palabra, ser mujer y ser Digna?
San Salvador, 02 de julio de 2015

Más info: http://www.lasdignas.org.sv/

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