En la IV Conferencia Internacional contra el feminicidio en América Latina, celebrada en 2011 en el Parlamento Europeo, se puso en evidencia la necesidad de materializar las buenas intenciones de la institución en actuaciones concretas. Se han elegido como punto de partida estos dos países a causa del clima de violencia y vulneración sistemática de los derechos humanos junto con la insuficiencia de las medidas de los gobiernos que deberían garantizarlos.
Por esta razón, las tres organizaciones (con las que colaboramos) han propuesto diversas directrices para llevar a cabo estas políticas de una forma eficiente y adaptada a cada país.
