Hay trabajos que nadie ve, que permanecen invisibles y escondidos a los ojos de los economistas y los políticos. Trabajos sin salario, sin derechos sociales o laborales, sin valoración social. Trabajos que, a pesar de aportar mucha riqueza a nuestras comunidades, empobrece a las personas que los realizan. Hablamos de los trabajos no remunerados que mantienen la vida, entre ellos, el trabajo doméstico y de cuidado. Este trabajo, no supone únicamente hacer la comida, limpiar y planchar la ropa, también supone cuidar, educar, atender, organizar, amar…, está destinado a mantener el bienestar tanto físico como emocional de las personas que habitan cualquier hogar. Además, sin este trabajo no sería posible hacer las actividades que nos proponemos diariamente, como estudiar o trabajar asalariadamente. [+]
Marina Sánchez
Este mes de Marzo hemos dedicado nuestra BoletinA mensual a la Economía Feminista y también hemos puesto en marcha la Escuela Popular de Economía Feminista inspirada en la Escuela de Formación Política Económica de Las Mesoamericanas.