Ya entrado el año 2004, aparece claramente que la oposición a la invasión tiene una extensión que va a hacer muy difícil, sino imposible, que el ejército de EEUU y sus aliados controlen la situación y menos que puedan hacer una transferencia de poderes.
En lo que respecta a Cataluña y España, la victoria de las fuerzas de izquierda en las últimas elecciones abre unas perspectivas diferentes, la rápida retirada del ejército español de Irak es la muestra más evidente de esta situación.
En cuanto a la cooperación internacional, el compromiso del Gobierno de la Generalitat de destinar más recursos económicos y mejorar la calidad, nos abre posibilidades de que nuestro trabajo cuente con más medios y se adapte mejor a las necesidades de cambio social que son imprescindibles si queremos realmente erradicar la pobreza.
Los compromisos del gobierno central de alcanzar el 0,5% de AOD al final de la legislatura, lo que significa algo más que doblar las cifras actuales, significa también un avance importante. Los nombramientos en el Ministerio de Asuntos exteriores y en la secretaría de Estado para cooperación internacional nos señalan que habrá un significativo cambio en las políticas pero, también, que habrá un mucho mejor diálogo con las ONGs y que éstas tendrán un papel más importante.
Que en Centroamérica el gobierno deje de apoyar las opciones más conservadoras, que en Colombia deje de apoyar las opciones más partidarias de la solución militar, que en Palestina deje de “no estar”, que en Marruecos deje de crear problemas, parecía que por el gusto de crearlos, para citar solo los lugares donde trabajamos, sólo eso, dejar de adoptar una posición negativa, ya es importante. Tenemos además la esperanza de que el actual gobierno adopte un papel positivo, especialmente importante en lugares de conflicto armado como son Palestina y Colombia.
Los cambios políticos en Cataluña y España nos ayudan a mantener la esperanza en una situación mundial extraordinariamente dura, marcada por el unilateralismo y el recurso a la guerra como única alternativa. Nuestra obligación como ONG es mantenernos vigilantes y poner de manifiesto y criticar siempre que se defrauden esas esperanzas.