Cada día es 8 de marzo
Nosotras, mujeres feministas, ahora, hoy y aquí, constatamos que, ante la crisis global, el sistema patriarcal – capitalista, a través de sus políticas económicas, quiere destruir todo aquello que las mujeres hemos conseguido con tantos esfuerzos. Un sistema económico que ve a las personas como mercancías y que se basa únicamente en la productividad y la obtención de beneficios para unas cuantas personas. Que no ha tenido ni tiene en cuenta que somos indispensables para el mantenimiento de la cohesión social.
Nosotras, mujeres feministas, continuaremos trabajando por un sistema económico que ponga en el centro, la vida de las personas.
Nos quieren sometidas pero continuamos insumisas y resistentes.
Con la excusa de la crisis la situación laboral de las mujeres empeora. Esta excusa está sirviendo para aplicar medidas que vulneran nuestros derechos y nuestra dignidad como mujeres trabajadoras. Empeora y deteriora los colectivos más vulnerables: mujeres jóvenes, mujeres mayores, inmigradas… a la vez que repercute negativamente en la corresponsabilidad en las tareas de sostenimiento de la vida, dentro y fuera del hogar. Nos quiere devolver a casa, a la inmovilidad, al voluntariado… La crisis, creada por los mismos que recortan nuestros derechos, agrava la calidad de vida de las persones dependientes, volviendo a recaer en nosotras exclusivamente este trabajo.
Las instituciones políticas y financieras como la Unión Europea, el Banco Central Europeo, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o las agencias de calificación, están imponiendo medidas injustas que afectan a nuestros cuerpos y nuestras vidas, de forma brutal y dictatorial.
¿Cómo se pueden recortar recursos para poder continuar trabajando contra la violencia machista? Recortes que afectan al sostenimiento de servicios indispensables cómo: servicios de atención a las mujeres víctimas de esta violencia; el cierre de casas de acogida, de asesorías jurídicas, de recursos de prevención… a pesar de que la violencia machista continúa siendo un problema muy grave en nuestra sociedad.
Por nuestros derechos laborales y sociales, ni un paso atrás.
¿Por qué no recortan otros negocios improductivos? ¿Por qué la Iglesia Católica continúa recibiendo miles de millones de euros? ¿Por qué no se recorta el dinero que se dedica al ministerio de defensa?
La guerra no produce otra cosa que más violencias, y por lo que se refiere a la iglesia católica no produce sino que adoctrina y ataca a las mujeres con la intención de poder ejercer el control de nuestro cuerpo, nuestros placeres y deseos, nuestra libertad de decidir.
Nosotras continuaremos trabajando por nuestros derechos sexuales y reproductivos. Queremos fuera de nuestros ovarios a la iglesia, el estado, los jueces, los médicos… y cualquier intermediario. Nosotras decidimos como queremos vivir nuestras identidades sexuales, nuestros placeres y deseos, nuestra maternidad.
Denunciamos, también, la medicalización a la que nos quieren continuar sometidas, bajo una comunidad científica androcéntrica que nos obvia y cosifica cuando le conviene por sus intereses.
¡Mi cuerpo es mío, yo decido!
Aborto libre y gratuito.
Iglesia y PP, pareja de hecho.
Feministas por un estado laico. Contra la jerarquía católica patriarcal, totalitaria y misógina. Contra el adoctrinamiento de cualquier fundamentalismo religioso.
Este 8 de marzo, saldremos a la calle como salimos otras muchas veces, y llenaremos las calles de las ciudades con la fuerza de todas las mujeres. Gritaremos muy alto que la marea lila avanza y continuará avanzando con más fuerza.
Juntas podemos.
Insumisión a la política económica del patriarcado.
Actividades
7 de marzo
19h, en Ripoll 25: Pan con chocolate!
8 de marzo
17.30h, en Ripoll 25: por si no habías tenido suficiente… más pan con chocolate!
Conozcamos la nueva casa, compartamos un ratito juntas, y despues, todas las que queramos, a la mani!
19h, a plaza Universitat, Bcn: manifestación del Dia Internacional de las mujeres. Organizada por diferentes colectivos, entre ellos Ca la Dona.
24 de marzo
Encuentro-debate entre colectivos feministas.
