Ha habido grandes avances en la construcción de normativa internacional específica en la lucha por la eliminación de las violencias contra las mujeres. Desde la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena en 1993, pasando por la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de la Asamblea General de la ONU en 1994, hasta la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing en 1995. También ha habido avances importantes en la normativa internacional relacionada con las mujeres y los conflictos armados.
A pesar de los avances alcanzados en las últimas décadas en materia de igualdad y de reconocimientos de las diferentes formas de violencias sexistas y machistas, los marcos legales adoptados en gran parte de los países del mundo, si bien han sido claves en el reconocimiento y visibilización de una problemática históricamente ocultada, también revelan en su aplicación graves deficiencias producto de la persistencia de prácticas discriminatorias hacia las mujeres por parte del sistema judicial o la falta de recursos, entre otras razones. Esto contribuye a que la impunidad en estas materias se haga parte del mecanismo de reproducción de la violencia y de dominación de las mujeres.
Desde esta área tan extensa, pues las violencias atraviesan la vida de todas las mujeres, damos apoyo a las organizaciones feministas que trabajan desde acciones de prevención, leyes y políticas nacionales contra la violencia, facilitación de acceso a la justicia, investigación sobre violencias, atención a mujeres que han sufrido violencias y redes de apoyo, acciones de sanación y reparación, acciones de incidencia a niveles nacionales e internacionales, entre otras.