Ante esta situación, las ONG no podemos permanecer silenciosas puesto que consideramos profundamente inquietando este debate, y el proceso de criminalización de las prácticas noviolentas, que responden y canalizan la tensión y el profundo descontento por la deriva política, social y económica de nuestro país.
La Confederación Catalana de ONG por la Pau, los Derechos Humanos y el Desarrollo hemos expresado en diferentes ocasiones nuestro rechazo a todas las formas de violencia, vengan de donde vengan. El uso de la noviolencia como forma legítima de transformación social, y la defensa de su legado histórico y ético, es constituyente de nuestra identidad. Por este motivo, condenamos, rechazamos y denunciamos cualquier fenómeno de violencia directa. Y, queremos decir que creemos, apostamos y defendemos, también, la necesidad de confrontar la injusticia y de emprender luchas noviolentas de resistencia activa para superarla.