Este encuentro de intercambio, realizado tanto en Barcelona como en El Salvador, se enmarca dentro de la convocatoria de «Ciudades específicas» del Ayuntamiento de Barcelona. El proyecto, que ha sido impulsado por la Asociación Nacional de Regidoras, sindicatos y Alcaldesas salvadoreñas (Andrysas), la Unión de Mujeres y la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local con la colaboración de Cooperacció, tiene como objetivo conocer y compartir buenas prácticas sobre la prevención y atención de la violencia de género a nivel municipal en el marco de las políticas y acciones de seguridad ciudadana, entre los municipios del Área Metropolitana de San Salvador y de Barcelona.
Seguridad pública con ojos de mujer
Alba García, inició su intervención recordando la situación de impunidad que vive El Salvador, catalogado como uno de los países más violento del mundo y recordó el caso de Elda Ramos, miembro del movimiento feminista salvadoreño, que fue asesinada hace dos años por su ex compañero que aún está en libertad.
También es muy elevada la violencia sexual por lo que, hay muchas niñas embarazadas en un país donde el aborto está totalmente prohibido incluso, se han dado casos en el que niñas y mujeres habían abortado de forma natural y eran detenidas, investigadas e imputadas.
Dada su experiencia, la ex directora del Programa de Seguridad contra la Violencia Machista, tuvo una serie de encuentros con diferentes jefaturas y delegaciones de policía del país para conocer cómo estaban organizados en cuanto a la violencia contra las mujeres. Según explicaba, la policía salvadoreña no tiene una directriz común sobre cómo actuar y tampoco tienen ninguna especialidad en el tratamiento de mujeres.
La experiencia de Suchitoto.
A iniciativa del movimiento de mujeres y feminista de la región, en Suchitoto se trabaja de forma muy coordinada con la policía local. El Director General de Policía, en palabras de Alba «muy comprometido con el tema», reconocía la dificultad a la hora de abordar esta temática. Sin embargo Suchitoto se ha convertido en una población que quiere vivir libre de violencias contra las mujeres tal y como se puede leer en un panel a la entrada de la población y en las fachadas de muchas casas.
Comentó la suerte que tuvo al pasar el 8 de marzo en El Salvador, «fue un día muy especial, lleno de color, de vida, de energías… me sirvió para cargar pilas». Al día siguiente se celebraba en Suchitoto, el Día Internacional de las Mujeres Policías que, entre otros, está trabajando un plan de igualdad ya que las mujeres sólo representan un 8% del cuerpo policial. Se aprovechó el día, también, para hacer la ceremonia de firma entre la policía y la Concertación Feminista para ampliar las dependencias de la Oficina de Denuncia y Atención Ciudadana (ODAC).
Mujeres portadoras de otras políticas
«Ha sido una experiencia profunda, impactante, tanto desde la razón como desde el corazón» así abría su intervención, Maribel Cárdenas, que recordó como esta experiencia ya fue «mágica» desde su inicio cuando se reunió con las representantes de Andrysas y de la Colectiva Feminista en el Espacio Francesca Bonnemaison de la Diputación de Barcelona.
Quiso compartir algunos aspectos que había aprendido de este intercambio y señalaba como se habían perdido en nuestra sociedad, ejemplos como el conversatorio o el espacio para dialogar, donde las mujeres tienen un lugar para hablar desde la diversidad. Este diálogo político desde otro lugar y con diferentes voces pero, con respeto y creando alianzas, está muy alejado de lo que pasa, hoy en día, en nuestro país. Otro tema, añadía Maribel, es el de la universalidad, «mientras en nuestra sociedad marcamos mucho lo que nos diferencia, insistiendo en la particularidad, veía que compartía mucho con ellas y te das cuenta como el androcentrismo y el patriarcado están presentes tanto en su sociedad como en la nuestra».
Hay una agenda feminista compartida, con particularidades pero, con elementos comunes, como común es, también, la resistencia al patriarcado. Cabe destacar la combinación entre activismo, compromiso y estrategia que tienen. «Es extraordinario y te llega a lo más profundo cuando ves como sostienen el país». Por eso calificó de estrategia extraordinaria la que están creando Andrysas y la Colectiva Feminista para ir avanzando en los temas, apostando siempre en lo que las une, a pesar de sus diferencias.
Maribel afirmaba, al final de su intervención, que había vivido esta experiencia de una manera muy intensa y que a pesar de la distancia (sólo geográfica) no quería perder el contacto y los vínculos que se han creado.
Sin duda, las dos intervenciones sirvieron para alentar a las diversas personas que estaban en la sala y que este verano irán a El Salvador dentro del programa de Estancias Solidarias que, cada año, organiza Cooperacció.